Por: Nicolás Casimiro/atiempo.mx
Morelia, Michoacán, 12 de diciembre de 2022.- De gira por los municipios de Salvador Escalante y Ario de Rosales, el dirigente estatal del PRI, Guillermo Valencia Reyes, aseguró: “Nunca nos vamos a quitar la playera del PRI”.
¡Y bueno!, pues yo recuerdo que en 2018 fue el candidato del PVEM a diputado local por el Distrito XI de Morelia Noreste.
Claro que las condiciones eran otras, Memo Valencia había sido rechazado como aspirante del PRI a la Presidencia Municipal de Morelia.
Además, estaba enemistado con personajes muy fortalecidos dentro del partido, como Eduardo Orihuela Estefan, Marco Polo Aguirre Chávez, Daniela de los Santos Torres y Eligio González Farías, entre otros, a quienes él identificaba con su enemigo acérrimo, el ex comisionado nacional, Alfredo Castillo Cervantes.
Eso sí, Valencia Reyes nunca renunció abiertamente a su militancia priista, pero el hecho de haber aceptado la candidatura por otro partido era suficiente como para que en el tricolor iniciaran un proceso para su expulsión.
Trascendió que en su momento el dirigente estatal del PVEM, Ernesto Núñez Aguilar, lo invitó a quedarse con los verdes, a hacer carrera política de aquél lado, pero Memo Valencia no aceptó.
Ya se veía en el horizonte que su entrañable amigo, el entonces gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, pintaba para ser el nuevo presidente nacional del PRI, y ello podría traerle beneficios.
Así fue, después de que “Alito” logró quedarse con la dirigencia nacional, Memo Valencia hizo que se rompiera el Equipo por Michoacán en Morelia, y ser, ahora sí, candidato a presidente municipal de la capital michoacana en contra de la alianza PAN-PRD, encabezada por el independiente, Alfonso Martínez Alcázar.
Se dice que en campaña, el líder de Revolución Social prometió impulsar a su coordinador de campaña, Wilfrido Lázaro Medina, a la dirigencia estatal del PRI.
Pero después se olvidó de ello y el mismo Valencia Reyes se postuló, para ser prácticamente designado por dedazo por su amigo Alejandro Moreno.
Por eso me llama la atención que ahora que Memo Valencia ha orillado a algunos priistas a renunciar a su militancia y que ha denostado a otros con el fin de marginarlos, presuma que “nunca se va a quitar la camiseta del PRI” y que va a buscar a los priistas que se han ido.
Aclaro que esas posturas no son raras entre los políticos, pero que tampoco nos vengan a presumir de congruencia. Habemos quienes tenemos memoria.
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