Opinión

Miguel Carrillo Ayala “El Pinocho”, visto por un periodista bajacaliforniano

Por: Servando Rueda Cázares, Cronista Municipal Ayuntamiento 2015-2018

El domingo 14 de Mayo de este 2017, se cumplieron 81 años del hazaña del piloto zitacuarense por adopción Miguel Carrillo Ayala “El Pinocho” de su histórico vuelo entre Zitácuaro y la Ciudad de México, en el año de 1936, y es menester recordar lo que escribió de él, el periodista de Santa Rosalía, Baja California Sur, Benito Juárez Murillo, el 10 de Febrero de 1982, en la revista “Santa Rosalía, BCS, Recopilación de Datos Históricos”.

No se trata de lo que ya se ha escrito y conocido acerca de su hazaña, sino del período de su vida en tierras de Baja California Sur, y esto es lo que escribió acerca de él Benito Juárez Murillo:

“Desde esta fecha del año de 1936, el avión de Carrillo Ayala pasó a formar parte del Museo Nacional de Aeronáutica, así también despertaron en él nuevas inquietudes, naciéndole la idea de que fuera admitido en los talleres de mecánica de aviación, pues tenía el proyecto de que en México se construyeran aviones; no logró su propósito, y de acuerdo con las autoridades correspondientes ingresó directamente a la Escuela de Aviación con el grado de Subteniente, sin pasar por los cursos de cadetes”.

“Aproximadamente en el año de 1938 egresó con el de Teniente, iniciando una nueva etapa en su vida dentro de la carrera militar, ascender a Capitán Primero, distinción que conservó hasta el día de su muerte”.

“Durante la Segunda Guerra Mundial, en el año de 1940, llegó a la Ciudad de La Paz, B.C.S. como oficial del Escuadrón 203 de la Fuera Aérea Mexicana, después lo cambiaron a Cozumel, Quintana Roo, en donde permaneció un tiempo; en enseguida lo adscribieron a Guadalajara, Jalisco, y finalmente nuevamente regresó a Baja California en 1942”.

“Con el grado de Capitán Segundo formó parte de la escuadrilla que estuvo destacada en San Lucas, campo militar muy cercano a Santa Rosalía, B.C.S., que durante la guerra tuviera la misión de proteger y vigilar la zona norte del entonces Territorio de Baja California, piloteando aviones Corsarios Junior de doble ala”.

“Al terminar la Segunda Guerra Mundial, solicitó licencia ilimitada para separarse del servicio, permaneciendo en San Lucas hasta 1947, dedicándose en ese tiempo a la mecánica y a volar aviones particulares, igualmente instruir a varios jóvenes que hasta la fecha siguen piloteando”.

“El Pinocho siguió manteniéndose activo hasta el día 14 de Junio de 1965, en que falleció a causa de penosa enfermedad, en la ciudad de La Paz”.

COMO ERA MIGUEL “EL PINOCHO” CARRILLO

Benito Juárez Murillo lo describe así:

“Pinocho, como cariñosamente se le conocía, hizo muchos amigos, entre los que se cuenta a la familia Juárez. Era muy chispa y le gustaban mucho los chistes y las vaciladas, y caía bien lo que decía, causando hilaridad entre los que le escuchaban. Un hombre inteligente, calculador, inquieto, idealista y de un carácter muy especial, pero tenía la particularidad de convivir con todas las personas que trataba; independientemente de esto, detestaba el servilismo y la alabanza, pero sabía apreciar y reconocer el trabajo honrado, prueba de ellos, que nunca se enriqueció”.

“Antes digo, que en el año de 1936 contrajo matrimonio con la señora Damaris Maya, ahora viuda de Carrillo, procreando ocho hijos, el patrimonio moral más valioso que dejó como herencia: Miguel, Capitán Piloto Aviador; Delia; Avelino, mecánico, Alicia, Estrella, Daniel arquitecto; Carlos ingeniero agrónomo; y Bernardo, capitán de yate para turistas. Hoy la señora manifiesta satisfacción de platicar que después de viuda formó a sus hijos profesionales con muchos  sacrificios”.

“La señora (Damaris Maya de Carrillo) se sienten orgullosos de él, afirmando que respetarán su última voluntad, quedar sepultado para siempre en su Tierra Adoptiva… Baja California Sur”.

Este párrafo explica el por qué no se han traído los restos del piloto inmortal a tierras del Oriente de Michoacán, porque él nació en Agostitlán en 1909, entonces perteneciente al municipio de Tuxpan y ahora a Hidalgo; y el sitio donde vivió Zitácuaro, donde construyó el avión, que actualmente se encuentra en el Museo Cuartel El Colorado, de Guadalajara, Jalisco, a partir de 1915 y hasta 1936.

Y concluye Benito Juárez Murillo su crónica “Por medio de este humilde trabajo, deseamos agradecer la gentileza y las finas atenciones de que fuimos objeto, el compañero Roberto Gastélum Arce y un servidor por parte de la familia Carrillo, que visitamos recientemente en su domicilio de La Paz, B.C.S. pues gracias a su buen disposición y a la información detallada que nos proporcionaron se pudo realizar este sencillo reportaje. Con respeto y admiración. Descanse en Paz, el Amigo Cap. Miguel Carrillo Ayala”.

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